Chile necesita un modelo administrativo menos rígido para desarrollarse en forma equitativa, con todas sus regiones.

En estos días de campaña electoral, las palabras descentralización y regiones, debe ser dos de las más usadas en los discursos y promesas de los candidatos a todos los puestos que serán definidos en noviembre próximo. Es que presidenciales, congresales y cores, saben que ambas aluden a una aspiración ciudadana profunda y que también forman parte del diagnóstico básico para el desarrollo de Chile.

Estudios sobre el tema, seminarios, voces autorizadas y la opinión de la comunidad (que evidentemente está cansada de decisiones impuestas por autoridades y partidos que no conocen su realidad cotidiana) coinciden en que el país sólo podrá avanzar, si realiza cambios profundos en la administración política y económica, permitiendo mayor autonomía a los territorios locales, para que administren recursos y definan sus proyectos productivos; para el crecimiento sea más armónico y no concéntrico y vertical como ahora, cuando se obliga al surgimiento de urbes que empobrecen su entorno.
Sin embargo, pese a este conocimiento compartido, todavía son tímidos los intentos por repartir efectivamente el poder y dejar en el pasado el respeto portaliano y rígido a la centralización, como único sinónimo de orden y control.

La antigua provincia de Valdivia sabe de estas trabas. Le costó treinta años vencer algunas de ellas para crear la región de Los Ríos y desde 2007 intenta desafiar al modelo, para que el mismo centralismo que criticaba no se instale entre la capital regional y las comunas. Pero le cuesta mucho.

En este escenario es cuando las ideas planteadas en el libro “95 propuestas para un Chile mejor” del grupo Res Pública, pueden ser observadas con detención, pues hablan de plazos y medidas concretas para descentralizar efectivamente, las que parten por la elección directa de todas las autoridades (el 2016) y la definición de nuevas estrategias en lo fiscal (impuestos) y administrativo (estructura).

El libro será presentado hoy en una actividad que organizan la Universidad Austral y Visión Valdivia, dos entidades locales claramente comprometidas con la región y que ahora nuevamente abren espacios para el debate del tema. Y en un momento clave.