El economista sostuvo que el sistema tributario del país “es perfectible y su progresividad puede ser mejorada”.

Fue uno de los asistentes ayer a la conferencia de presentación del Estudio Económico de Chile 2013 en el Ministerio de Hacienda. Klaus Schmidt-Hebbel, académico de la Universidad Católica y ex economista jefe del organismo, comenta que le tocó ser entrevistado por el equipo de la Ocde a cargo del estudio. “Este es lejos el estudio más importante que se hace sobre y para Chile por parte de una entidad externa”, señala. Según Schmidt-Hebbel, “es un informe balanceado que habla de nuestros éxitos y que plantea recomendaciones claves para el desarrollo del país en el mediano y largo plazo”.

Una de esas recomendaciones apunta a elevar el nivel de las pensiones, aumentando las pensiones básicas, las tasas de cotización o la edad de jubilación, entre otros, ¿lo comparte?

Coincido con esas recomendaciones y están muy en línea con lo que planteamos en las propuestas del Grupo Res Pública. Chile tiene hoy el doble reto de aumentar el ahorro de las personas y mejorar las pensiones. Se debe aprovechar la buena situación de bajo desempleo con elevado crecimiento de salarios para avanzar en una reforma de pensiones que en el caso de lo que planteamos con Res Pública apunta fundamentalmente a elevar la tasa de cotización, con cargo al empleador, desde un 10% a un 13%, y elevar la edad de jubilación, considerando el aumento de la expectativa de vida, que es aún mayor que en Estados Unidos y que en el caso de las mujeres ha aumentado 20 años sobre la edad de jubilación.

Hay quienes plantean que las bajas pensiones son también reflejo de bajos salarios…

Por eso que ellos hablan de elevar la pensión mínima, con un aumento gradual en el tiempo, principalmente para los grupos emergentes de ingresos medios-bajos.

El estudio ve también espacios de mejoras al sistema tributario y señala que en parte hoy se trata de un sistema regresivo. ¿Coincide con esa afirmación?

No coincido en que sea un sistema tributario regresivo. Creo que es perfectible y su progresividad puede ser mejorada.

Una de las propuestas señala la necesidad de eliminar o restringir algunas exenciones, como al impuesto al combustible al sector transporte

La propuesta que hicimos en el Grupo Res Pública apunta a un aumento en el tributo a la gasolina y elevar aún más el del diésel hasta equipararlos. Con eso nosotros creemos que se cumplen dos objetivos: enfrentar las externalidades de contaminación y congestión por el consumo de combustibles y recaudar más para financiar programas sociales o inversión en tecnologías más verdes. Respecto de la recuperación del impuesto pagado que beneficia al transporte, planteamos que la aplicación de ese gravamen no considere un crédito fiscal por ese gasto.